sábado, 31 de julio de 2010

El Café de aquella esquina


Era la mujer más hermosa que Vincent había visto en mucho tiempo. Sus cabellos rizados caían aterciopelados sobre sus hombros; su vestido blanco, apenas oculto por su abrigo negro, dejaba entrever unas hermosas piernas blancas como la leche; sus ojos negros, como dos perlas vivas, se movían de un lado a otro... No, no. No podía ser cierto. Era como ver un ángel, un verdadero ángel.

Observó a la mujer un momento, desde su posición en aquel frío asiento. Le observó apostarse sobre una farola de luz anaranjada, y observó cómo bostezaba, algo cansada. Observó cómo sus cabellos se mecían ligeramente, y cómo sus mejillas, pálidas, se sonrojaban por el frío. Observó hasta que, por alguna extraña razón, se sorprendió a sí mismo sonriendo, sonriendo como un tonto.

Tomó un sorbo de aquel café que había ordenado un par de horas antes.

La noche había caído hacía algún tiempo. Las sombras se habían extendido y habían cubierto con su manto toda aquella esquina, pero algunos despojos del atardecer violeta aún sobrevivían. Y, hermosos, retocaban el rostro de la mujer que parecía un ángel, que bajo aquel tono parecía infinita, resplandeciente, eterna. Asombrosa.

¿Cómo se llamaría? ¿Estaría esperando a alguien?

La mujer, por alguna extraña razón, sonrió. Y al sonreír, Vincent sintió cómo entraba luz en su alma, y cómo sus defensas caían como dominó una tras otra. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que alguien le había hecho sentir de aquella manera? Ahogó una exclamación de éxtasis.

La observó durante varios minutos. Y no supo cuánto tiempo pasó, pero de pronto escuchó las risas de una pareja en una mesa cercana, y una canción de Sinatra sonar en esas estúpidas maquinas. Se sintió tonto por haber esperado tanto tiempo y quiso salir a conversar con aquel ángel...

De pronto, la mujer se movió y avanzó hasta la calle. Acaso... ¿corría? El resto fue difuso. Vincent sólo escuchó el sonido de una bocina, el freno precipitado de unas llantas de automóvil, y el cuerpo de un ángel cayendo sobre el pavimento...

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